El tiempo de inactividad en la fabricación y la industria es un problema importante que puede provocar pérdidas financieras sustanciales e interrupciones operativas. Según un informe de Splunk, el tiempo de inactividad no planificado cuesta a las empresas Global 2000 aproximadamente 400 mil millones de dólares al año, y cada empresa pierde un promedio de 200 millones de dólares al año. Este tiempo de inactividad no solo afecta la producción directa, sino que también genera costos ocultos, como impactos en la capitalización de mercado, multas regulatorias y daños a la reputación de la marca.
Las principales causas del tiempo de inactividad incluyen incidentes de ciberseguridad y fallas de infraestructura o aplicaciones, a menudo exacerbadas por errores humanos. Estas interrupciones pueden provocar pérdida de ingresos, sanciones legales y mayores costos operativos. Por ejemplo, la pérdida de ingresos por sí sola puede ascender a 49 millones de dólares anuales por empresa, mientras que las multas regulatorias y las sanciones de SLA añaden más tensión financiera.
Para mitigar estos impactos, las empresas están invirtiendo fuertemente en resiliencia digital, incluidas herramientas de observabilidad y ciberseguridad. Sin embargo, la complejidad de los entornos digitales modernos, caracterizados por la dispersión de datos y las interdependencias de los sistemas, plantea desafíos en la gestión y reducción del tiempo de inactividad.
Las organizaciones recurren cada vez más a tecnologías avanzadas como la IA generativa para mejorar su capacidad de predecir y prevenir el tiempo de inactividad, aunque esto también introduce nuevos riesgos a medida que los ciberdelincuentes explotan estas tecnologías. Los líderes en resiliencia, o el 10% superior de las organizaciones, demuestran tiempos de recuperación más rápidos y menores costos asociados con el tiempo de inactividad. Lo logran a través de inversiones estratégicas en tecnología e infraestructura, así como sólidos procesos de recuperación y respuesta a incidentes.
Estos líderes también se centran en medidas proactivas, como autopsias periódicas y colaboración interfuncional, para prevenir futuros incidentes. En resumen, si bien el tiempo de inactividad sigue siendo un desafío costoso para los sectores manufacturero e industrial, las inversiones estratégicas en tecnología y prácticas de resiliencia pueden mitigar significativamente sus impactos, asegurando la continuidad operativa y protegiendo el desempeño financiero.
Fuente: informe “Los costos ocultos del tiempo de inactividad” elaborado por Splunk, en colaboración con Oxford Economics a través de Intelligent Ciso
Foto principal: Pexels
